“Tenemos un canal de información sobre pacientes reales, lo que nos permite incorporar con antelación a nuestros sistemas casos complejos a los que se enfrentan los cirujanos en el día a día”, puntualiza. “Así, es posible impartir una sesión formativa sobre algún caso complicado que hayas tenido”.
A lo largo del tiempo, explica Sainsbury, han recogido datos que podrían servir a hospitales y cirujanos para encontrar métodos más eficientes para formar a los médicos. Y podrían servir, incluso, para reducir el número de errores y mejorar los plazos de recuperación.
“Hemos tomado todos esos datos y confrontado a usuarios expertos y no expertos, como cohortes de cirujanos distintas, a fin de comparar el rendimiento de los médicos residentes con el de los especialistas”, explica. “El sistema es capaz de distinguir entre expertos y no expertos tomando como referencia la trayectoria que sigue el instrumental. Más adelante, podremos detectar que los cirujanos de una institución obtienen puntuaciones más altas que los de otra”. Ese podría ser un mecanismo para que los médicos aprendieran unos de otros y mejorar la práctica en general.
Con la ayuda del personal del taller del Centro Tecnológico de Toronto, Marion Surgical utiliza una serie de tecnologías y productos de Autodesk para imprimir en 3D diferentes versiones de su hardware. Colaborar con el programa de residencias permite a Marion Surgical generar rápida y eficazmente nuevas piezas. Gracias a esto, Singal, que viaja por distintos países para instruir a los médicos, pronto podrá dejar los dispositivos de realidad virtual con los cirujanos en cualquier lugar del mundo y formarlos de manera remota.