Día a día el proyecto iba evolucionando de manera natural, desde el diseño hasta el presupuesto. “Trabajarlo en BIM nos ayudó a no perder el hilo y la esencia: hospitales prefabricados, durables, inteligentes y costeables. Esto representó un gran esfuerzo para lograr la mejor propuesta de diseño-construcción del grupo de empresas interdisciplinarias que participamos; además de mantener siempre una comunicación fluida y transparente con nuestros clientes, la cual fue la clave para aterrizar un modelo de hospital funcional y de acuerdo con las necesidades de atención a pacientes y al cuidado del personal médico”, menciona Rodríguez.
Después de que las instituciones de salud revisaran el proyecto final, se dio luz verde y se empezó a trabajar en la construcción de seis hospitales a nivel nacional tras menos de cuatro semanas de que se empezara a gestar la idea. “Antes de empezar a construir, se realizó una adaptación de diseño estructural con base en la ubicación de cada edificio: Monterrey, Nuevo León; Ciudad Juárez, Chihuahua; Culiacán, Sinaloa; Fresnillo, Zacatecas; Tlalnepantla, Estado de México, y Puebla, Puebla”, apunta Rodríguez.
Esto puso a prueba el diseño original; sin embargo, con el apoyo de expertos, se logró diseñar cambios estructurales que garantizan la seguridad del edificio sin modificar su distribución arquitectónica. A partir de aquí, la nueva meta era construirlos en las siguientes tres semanas en la misma escala, pero en distintas latitudes. “El trabajo de simulación del modelo BIM también fue muy útil para los constructores que debían replicar y ajustar el hospital a los requerimientos particulares de los terrenos en donde se construyen, minimizando la pérdida de tiempo, reprocesos y evitando alteraciones en el flujo de trabajo”, indica.
Hernández dice que, durante estos proyectos, CEMEX realmente vivió con sus clientes lo que significa la palabra BIM: Un proceso colaborativo donde todos ponen de su parte, teniendo un modelo visual para todos y un objetivo de negocio claro.
“Esto representó un gran reto de diseño y coordinación cumplido, apalancándonos en procesos BIM, buenas prácticas de proyectos y tecnologías aplicadas a la información”, menciona.
La idea de estos hospitales móviles es que, una vez que termine la emergencia, se puedan aprovechar de otra manera, como comedores, por ejemplo; y que al hacer un buen trabajo de desinstalación y transporte, puedan representar un alto índice de reutilización, lo cual también es muy conveniente para las instituciones gubernamentales de salud.