Para lograr todo esto, el uso de la tecnología fue vital, ya que ayudó a comunicar mejor el proyecto entre todos los equipos involucrados y a reducir costos.
En el modelado general del edificio, utilizaron Autodesk Revit para representar digitalmente en 3D todas sus instalaciones y hasta el último acero de la estructura, además de cuantificar cada uno de los elementos.
Asimismo, para la coordinación de todos los involucrados se usó Navisworks y la metodología BIM, lo cual también ayudó a detectar interferencias y así reducir problemas en la obra. De este modo, los diferentes equipos se mantienen siempre al tanto de los avances y toman decisiones de manera más rápida.
“El uso de estas herramientas representó un ahorro importantísimo en los tiempos, que se redujeron en al menos 50 o 60%; porque en la forma tradicional vas avanzando de forma lineal y no en paralelo. Es decir, primero haces la arquitectura, luego la estructura, después una instalación como la eléctrica y luego la hidráulica o la del gas; pero si alguna de ellas requiere modificaciones, por ejemplo, la arquitectura, entonces debes volver a empezar”, explica Sanginés.
El modelodo BIM permite automatizar las tareas de delineado y producción de planos, agrega Tomás: “También a automatizar la actualización y cuantificación de materiales y costos con cada cambio en el proyecto. En el caso específico de Pacífico 223, el ahorro de tiempo estimado fue de aproximadamente 20%”.
Así, el proyecto fue tan robusto que pudo resistir el cambio de gobierno y continúa, ahora bajo del estricto control de las autoridades actuales.
Pero los más beneficiados con estas tecnologías fueron los vecinos, quienes están cerca de la obra permanentemente y pueden ver claramente cómo será su nuevo hogar. “Los modelos en 3D –describe Sanginés– nos permitieron ir validando muy rápido las propuestas con ellos para que vieran temas como las dimensiones de las recámaras, la ubicación de los baños, las características de la cocina o cómo iban a ser las ventanas y la fachada”.
“Gracias a esto, en el programa de reconstrucción de viviendas post terremoto, Pacífico 223 le lleva unos cinco meses de ventaja al siguiente proyecto”.
Las soluciones tecnológicas utilizadas fueron elegidas por Protoforma, un taller de arquitectura, ingeniería y diseño especializado en la solución de proyectos de alta complejidad. “No solamente sobrepasamos los estándares de calidad actuales –expone César Ruíz, director general de la firma–, sino también de responsabilidad con el usuario final, que son los vecinos”.
Ruíz recalca que COOP Arquitectos realizó un excelente trabajo de recopilación de datos y necesidades de las familias y un seguimiento constante con ellas, que se refleja en los resultados.
Se espera terminar la obra durante el primer semestre de 2020, con el fin de entregarla a los vecinos en septiembre, cuando se conmemore el tercer aniversario de la terrorífica coincidencia del día 19, pero también se demuestre que la Ciudad de México fue capaz de reconstruirse una vez más.