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A medida que los baby boomers se acercan a la edad de jubilación, las empresas están explorando formas de evitar la falta de talento.

Una mujer se lleva sus pertenencias en una caja con globos y un letrero de “Feliz jubilación”.

Shawn Radcliffe

23 de octubre de 2025

min. de lectura

Un auténtico tsunami se aproxima a las costas del mercado laboral a medida que los baby boomers recogen sus bártulos para jubilarse en masa, una tendencia auspiciada por el envejecimiento de los trabajadores y de la población en general. En Estados Unidos, los baby boomers son el segundo segmento más numeroso de la población (solo por detrás de los millennials) y, cada día desde hoy hasta 2030, unos 10 000 de ellos cumplirán 65 años, la edad habitual de jubilación. Esta circunstancia también preocupa en Europa y particularmente en España, cuya mediana de edad es la tercera más alta del continente europeo.

En 2030, los mayores de 65 años representarán el 20 % de la población estadounidense (el 30 % en España). Muchos baby-boomers posponen su jubilación animados por los avances médicos y el aumento de la esperanza de vida, pero antes o después se irán a su casa y se llevarán con ellos el conocimiento y la experiencia acumulados durante años.

Un ingeniero eléctrico de cierta edad inspecciona el bobinado del estator de un generador en una planta de ingeniería eléctrica.
En Estados Unidos, más del 25 % de los trabajadores en sectores vinculados a la arquitectura y la ingeniería tienen 55 años o más.

Según la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos (BLS, por sus siglas en inglés), entre 2011 y 2024 el porcentaje de trabajadores mayores de 55 años se incrementó en muchos sectores, entre los cuales destacan:

  • arquitectura, ingeniería y actividades vinculadas: incremento del 25 % al 27 %;

  • construcción: incremento del 17 % al 21 %;

  • fabricación: incremento del 20 % al 25 %;

  • publicidad, relaciones públicas y actividades vinculadas: incremento del 16 % al 17 %.

Estos cambios reflejan la evolución del mercado laboral. Entre todas las personas en edad de trabajar, el porcentaje de mayores de 55 años se incrementó en Estados Unidos del 21 % de 2011 al 23 % de 2023, de acuerdo con los datos de la BLS. Como referencia, no conviene olvidar que, en 1995, tan solo el 12 % de la población activa del país tenía más de 55 años.

La situación española es todavía más alarmante. Según los datos arrojados por el Instituto Nacional de Estadística, la evolución el porcentaje de trabajadores mayores de 55 años respecto al total de ocupados entre el primer trimestre de 2011 y el cuarto trimestre de 2024 ha sido:

  • sector de la construcción: incremento del 11,5 % al 22 %;

  • sector servicios: incremento del 13 % al 21,3 %.

Los sectores vinculados a la arquitectura y la ingeniería no son inmunes a estas tensiones demográficas. Con un porcentaje de mayores de 55 años que en Estados Unidos supera el 25 %, las empresas podrían tener que despedirse en un futuro próximo de una buena parte de sus empleados más veteranos. Por adelantar un dato, más de dos tercios de los arquitectos en ejercicio alcanzarán la edad de jubilación en los próximos diez años, según el informe sobre el estado de las empresas de arquitectura de 2023 elaborado por Sparx. Las organizaciones más previsoras ya se han puesto manos a la obra para asegurarse una plantilla estable durante este período de transición.

Las empresas se posicionan frente a la falta de relevo generacional

Ante el envejecimiento de los trabajadores y la brusca salida del mercado laboral de los empleados con más experiencia, muchas organizaciones están tomando medidas. Aun así, según el informe 2024 Estado de Design & Make, de Autodesk, uno de cada cinco encuestados afirma que su empresa no está afrontando los retos de este relevo generacional, por lo que se arriesgan a tener que ponerse las pilas a todo correr en un futuro próximo.

El informe Estado de Design & Make, de Autodesk, se basa en encuestas y entrevistas a casi 5400 directivos, expertos en tendencias y especialistas de los sectores de la arquitectura, ingeniería, construcción y operaciones; de diseño y fabricación de productos, y de medios y entretenimiento de países de todo el mundo.

Entre las empresas que sí están haciendo los deberes, las estrategias más populares tienen que ver con la contratación y formación, según apunta el informe. En concreto, el 29 % de los encuestados aseguraron que sus organizaciones están reforzando las plantillas invirtiendo más en los procesos de contratación y atrayendo a los profesionales jóvenes más prometedores.

Es el caso Jeff Walling, copropietario de una empresa de ingeniería e integración de procesos llamada ABM Equipment Co.: “Hemos reorientado nuestras prioridades para implantar una estructura en nuestro grupo de ingeniería que contrate y dé formación a los nuevos ingenieros. Hemos comprobado que el coste de incorporación de nuevos empleados nos compensa, ya que así no arrastran vicios o maneras de hacer inadecuadas que hayan podido adquirir en otras empresas”.

Un profesor de electrónica da explicaciones a un grupo de estudiantes adultos en un aula.
Muchas empresas del sector del diseño y fabricación de productos están invirtiendo en programas de formación para asegurar que las nuevas generaciones cuentan con los conocimientos adecuados.

Por otra parte, el 17 % de los encuestados en el informe Estado de Design & Make confirmaron que sus empresas están apostando por la formación y el progreso de los empleados más veteranos. Entre otras cosas, les ayudan a adquirir nuevas competencias técnicas y a mantenerse actualizados en las últimas tecnologías.

Mejorar las competencias de los trabajadores de la empresa, especialmente entre aquellos de cierta edad, que pueden no sentirse cómodos con las herramientas más modernas, parece imprescindible en países como Estados Unidos, donde, según las proyecciones de la BLS, el 21 % de los mayores de 65 seguirán trabajando en 2032, frente al 19 % de 2022. De hecho, el mismo informe apunta a que el incremento de trabajadores de esta franja de edad supondrá un 57 % del incremento total de la población activa en este período. Estos datos son comparables a los desprendidos de un artículo de 2023, firmado por el Banco de España, que proyecta la situación de este país hasta 2030. El incremento de mayores de 65 años sería de casi dos millones de habitantes, mientras que el incremento de población en edad de trabajar (más de 16 años) apenas superaría los 3,4 millones, un valor que se explicaría por los individuos nacidos en el extranjero, cuyo aumento compensaría el estancamiento de la población en edad laboral nacida en España.

Otro camino que están recorriendo el 10 % de las empresas frente al rápido envejecimiento de las personas en edad de trabajar, según el informe Estado de Design & Make, tiene que ver con iniciativas a favor de la diversidad y la inclusión, por ejemplo, fomentar un ambiente en el lugar de trabajo en el que se valore a los empleados de cualquier edad y se reconozcan la experiencia y la visión que todos y cada uno de ellos pueden aportar a los proyectos.

Algunas empresas, además, procuran identificar a los empleados con mayores dotes de liderazgo y los preparan para sus futuras funciones, mediante programas de formación y pasantías con los que sacar a la luz todo su potencial. Otra posibilidad es apoyarse en la tecnología y en la inteligencia artificial para asistir a los empleados.

Un porcentaje menor de encuestados (4 %) afirma que su empresa recurre al salario, incentivos y otras prestaciones para atraer y conservar a sus trabajadores más valiosos, mientras que el mismo porcentaje manifiesta que su organización facilita el trabajo a distancia y la flexibilidad de horarios.

Apoyar a los trabajadores conforme van cumpliendo años

Aunque resulta esencial que los empleados de más edad se manejen con soltura con las últimas tecnologías, a medida que la plantilla se hace mayor las empresas deben afrontar otros problemas, algunos de los cuales no están directamente relacionados con las características de los puestos de trabajo.

Entre los estadounidenses con edades comprendidas entre los 55 y los 64 años, el 70 % tiene al menos un problema de salud crónico, como diabetes tipo 2, enfermedad cardiovascular, asma o cáncer, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos. No solo eso, el 37 % tiene al menos dos patologías crónicas y el 14 % tiene tres o más. En España, los datos de la Encuesta Nacional de Salud de 2017 revelaron que, en esa misma franja de edad, el 29,34 % de la población había sido diagnosticada en los últimos doce meses de tensión alta; el 12,33 %, de varices; el 25,27 %, de artrosis; el 20,87 %, de dolor de espalda; el 14,04 %, de alergias; el 11,12 %, de diabetes; el 30,67 %, de colesterol; y el 10,11 %, de depresión, por citar solamente las enfermedades con una prevalencia mayor del 10 %.

Las organizaciones pueden apoyar a estos trabajadores ofreciéndoles programas completos de salud y bienestar en el lugar de trabajo. De acuerdo con el informe del Foro Económico Mundial titulado Evolving Together: Flourishing in the Age-diverse Workforce (Crecer juntos: prosperar en una plantilla de edades diversas), el 46 % de los directivos empresariales encuestados, procedentes de nueve mercados de todo el mundo, coincidieron en que proporcionar asistencia sanitaria y de bienestar a los empleados es crucial para el éxito de la empresa. Por otra parte, el 49 % considera necesarios incentivos fiscales para los programas de bienestar de los empleados.

Una señora mayor, en silla de ruedas, pasea con su hijo y su nuera por el sendero de un jardín.
Los empleados pueden beneficiarse de programas de apoyo para conciliar las obligaciones laborales con el cuidado de familiares dependientes.

Muchas empresas están ya ofreciendo complementos en materia de salud a sus empleados, como inscripciones a gimnasios o aperitivos saludables en las reuniones, pero los empleados de más edad podrían necesitar programas más específicos, como apoyo a los cuidadores de padres ancianos (que en ocasiones han de compaginar con la crianza de sus propios hijos) o la adecuación del lugar físico de trabajo para hacerlo más accesible a trabajadores con patologías físicas crónicas.

Mediante a un planteamiento polifacético, las empresas pueden conseguir que los empleados más veteranos sigan siendo un valor productivo con mucho que aportar a las generaciones más jóvenes, al tiempo que las preparan activamente para que, llegado el momento, puedan asumir con garantías los puestos de sus compañeros recién jubilados. Unos y otros se lo merecen.

Acerca de Shawn Radcliffe

Shawn Radcliffe es un periodista independiente y profesor de yoga que vive en Ontario, Canadá, y está especializado en escribir historias sobre salud, medicina, ciencia, arquitectura, ingeniería y construcción, así como en yoga y meditación. Es posible contactar con él en ShawnRadcliffe.com.

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