Con todos los datos capturados en las fases de concepto, creación, venta e incluso posible devolución o desecho de un producto, empezarán a surgir bucles de información centralizados entre fases de fabricación. Los gemelos digitales son un resultado de este proceso; los sistemas basados en modelos, otro. Cuando se combinan, tienen el potencial de comprender un sistema en el que cada fase de producción está conectada con todas las demás, que mejorarán y aprenderán a medida que compartan información entre ellas.
Actualmente, cuando se fabrica una pieza, el diseño y la ingeniería se centran, naturalmente, solo en dicha pieza. Pero en un sistema mecánico, todas las piezas están conectadas con otras. Ya se trate del componente de un motor o del engranaje del interior de una turbina eólica, cada pieza no es más que la parte de un todo, de un producto final.
Las personas necesitan herramientas que puedan reconocer el momento en el que cambia el diseño de una pieza y calcular cómo esto puede alterar la forma de las otras, además del impacto que el cambio tendrá en la estructura general.
En la Industria 5.0, veremos sistemas que tienen en cuenta esas interdependencias y permiten la optimización a nivel sistémico. En estos momentos, los flujos de trabajo en la optimización automatizada ocurren únicamente a nivel de componentes, mientras que los sistemas se configuran mayoritariamente de forma manual. La conexión en tiempo real de grupos heterogéneos de datos puede automatizar la optimización de sistemas grandes y complejos. Esto puede acelerar significativamente el proceso de desarrollo de un producto.