Las tecnologías digitales apuestan por trenes más verdes
- Un viaje en tren genera hasta nueve veces menos emisiones de CO2y material particulado que un viaje en coche o en autobús.
- La digitalización puede ayudar a los sistemas ferroviarios a acelerar el cambio hacia redes aún mejores, más fiables y sostenibles, así como a estrechar los lazos con los distintos exponentes del sector que son indispensables para los sistemas de movilidad de próxima generación.
- Ya se están observando ejemplos de eficiencia digital en algunos sistemas ferroviarios, como los de Noruega, Suiza y Japón.
Puesto que el transporte por carretera representa más del 75 % del mercado europeo del transporte de cargas, los beneficios que puede aportar el cambio al ferrocarril, desde el punto de vista de la sostenibilidad, son enormes. Por este motivo, casi todos los gobiernos están dando a los servicios ferroviarios un mayor peso en el sector.
Pero para que el ferrocarril asuma un papel más relevante tendrá que haber suficiente capacidad para satisfacer la creciente demanda: más vías, más motores, más agujas, más estaciones y mejores servicios. ¿Están los propietarios de los trenes listos para hacer frente a este reto?
Desafíos y oportunidades
La complejidad y la escala de las iniciativas de desarrollo y modernización de las infraestructuras de transporte hacen que sean muy difíciles de llevar a la práctica, aunque también presentan buenas oportunidades para los propietarios de los servicios ferroviarios.
“Si se compara con la infraestructura vial, la ferroviaria es mucho más compleja, debido a los sistemas de gestión de la seguridad y el tráfico”, comenta Cristina Vladut, portavoz de la Agencia Ferroviaria de la Unión Europea (ERA).
También hay una larga lista de partes interesadas a las que contentar, desde los propietarios a los reguladores, los residentes locales que viven a lo largo de las nuevas rutas propuestas, los políticos y los pasajeros. Cumplir con los objetivos de presupuesto, plazos y calidad es difícil en un sector marcado por los sobrecostos y los déficits estructurales de planificación y ejecución.
Por otro lado, hay escasez de mano de obra cualificada, bajos márgenes, discrepancias políticas e imprevisibilidad en la obtención de los materiales de construcción. Los proyectos pueden implicar a cientos de contratistas y subcontratistas cuyas tareas requieren organización y coordinación.
Y no olvidemos a los clientes. Las expectativas de servicio de los viajeros y las agencias de transporte son más altas hoy en día como consecuencia de la transformación digital. Los pasajeros quieren estaciones de tren relucientes, puntos de recarga para sus dispositivos, una conexión Wi-Fi fiable, una planificación sencilla del viaje y billetes electrónicos en sus smartphones. Los transportistas quieren procesos más sencillos y más flexibilidad y conveniencia, así como la posibilidad de seguir sus envíos en tiempo real.
Si a todo esto sumamos la necesidad de una mayor sostenibilidad, la mejora de las redes ferroviarias se convierte en una prioridad urgente, que pueda ofrecer la capacidad de lograr un mayor equilibrio entre la demanda del transporte de pasajeros y el de cargas.
En un informe de 2021, el Foro Económico Mundial señaló que en Estados Unidos “el transporte de cargas por ferrocarril tiene una cuota de mercado superior al 30 %, mientras que en Europa no llega al 20 %”. Dado que el tráfico de pasajeros domina los trayectos ferroviarios europeos, el transporte de cargas tiene que contentarse con lo que sobra. Esto afecta a los plazos de entrega y hace que algunas agencias de transporte no utilicen en absoluto el ferrocarril.
¿De qué manera están reaccionando los propietarios de los servicios ferroviarios?
Una de las mayores empresas ferroviarias de Europa está afrontando estos retos mediante el desarrollo de un programa de inversiones que engloba objetivos comerciales y estratégicos, con un enfoque sostenible para alcanzarlos.
La iniciativa Green Transformation de Deutsche Bahn aspira a garantizar que todas las decisiones importantes que se tomen en torno al futuro diseño de la red ferroviaria nacional alemana (y las prácticas de construcción que lo implementarán) tengan en cuenta objetivos ecológicos.
El proyecto de mejora de la red, por valor de 13 600 millones de euros, pretende animar a los viajeros a utilizar más el tren, que es un medio de transporte más respetuoso con el medio ambiente. La empresa quiere modernizar y renovar unos 1800 km de vías, 2000 agujas, 140 puentes y 800 estaciones, con lo que ampliará de manera notable la capacidad de la red y hará más eficiente la infraestructura existente.
También se hará hincapié en la digitalización, sobre todo con el paso al sistema digital de control y seguridad ETCS (sistema de control ferroviario europeo). Este sistema, que se apoya en normas europeas, ayuda a los operadores ferroviarios a superar el problema de la interoperabilidad transfronteriza, haciendo que la señalización, la conmutación y otros controles básicos del tráfico y la seguridad sean totalmente digitales en toda Europa.
“Una infraestructura sólida es la base de una oferta atractiva para todos los pasajeros de nuestros trenes”, señaló Ronald Pofalla, director de infraestructura de Deutsche Bahn, durante un comunicado de la empresa. “Queremos convencer a más gente de que utilice el ferrocarril, un medio de transporte respetuoso con el medio ambiente”.
En Suiza, el operador nacional SBB ha emprendido un proyecto de digitalización de toda su red ferroviaria, denominado SmartRail 4.0. Con él, se promete un seguimiento preciso del emplazamiento de los trenes en tiempo real, lo que permitirá aumentar la densidad (más trenes y más largos) en los momentos de mayor demanda.
La planificación y el control de las operaciones ferroviarias se están automatizando, lo que permite solucionar los fallos con mayor rapidez. La automatización de la programación también está mejorando la puntualidad de los trenes en general, contribuyendo así a ahorrar energía.
Adopción de MaaS: por qué el futuro de los trenes es digital
Los propietarios de servicios ferroviarios también tienen que tener en cuenta el impacto de las macrotendencias, como la movilidad como servicio (MaaS), que según algunos futurólogos definirá el transporte del mañana.
MaaS prevé un sistema unificado en el que los trenes serán uno de varios modos de movilidad plenamente interconectados en una misma plataforma, como tranvías, autobuses, taxis, servicios de coche compartido y escúteres eléctricos.
Esta visión se materializa en el sistema Whim de Helsinki, que permite a los usuarios planificar los trayectos y abonar las tarifas de todos los medios de transporte público y privado de la capital finlandesa, y que conecta los servicios de tren y tranvía de la ciudad con los de autobús y taxi, y también con los de bicicleta y coche compartidos. Los usuarios descargan la aplicación, crean un perfil y, a continuación, introducen un destino junto con el modo preferido para llegar a él. Si ningún modo puede cubrir el trayecto de puerta a puerta, la aplicación sugiere la mejor combinación posible.
Las estrategias centradas en MaaS a menudo van más allá de los simples servicios ferroviarios y abarcan las estaciones de tren, las tiendas y otras facetas del día a día de los usuarios de los ferrocarriles. Por ejemplo, RingoPass, el nuevo servicio MaaS de East Japan Railway Company (JR East), es un ejemplo de transformación digital que beneficia a todos.
Según comentó a Global Insights Yukiko Ono, subdirectora general de MaaS y Suica en JR East, “El transporte secundario, como los taxis y las bicicletas compartidas, forma parte del recorrido entre el punto de partida y el de destino. Así que pensamos que debíamos facilitar el ‘flujo’ necesario para que los clientes pudieran completar todo el trayecto sin complicaciones”.
Ono explica que este tipo de transformación digital cuenta con el apoyo de la alta dirección: “En julio de 2018 anunciamos una nueva estrategia llamada ‘Move UP 2027’, que incluye el compromiso por parte de nuestro presidente y director general de cambiar por completo nuestra forma de pensar. Queremos integrar de manera plena la innovación en el lugar de trabajo”.
“Hemos entrenado nuestro comportamiento en lo relativo a la movilidad a lo largo de generaciones, haciendo lo mismo durante 130 años”, escribe el profesor Andreas Herrmann, catedrático de Administración de Empresas de la Universidad de San Galo, Suiza, y director de su Instituto de Movilidad (IMO-HSG).
En un informe de IMO-HSG titulado “Why Only Collaboration Can Push Mobility as a Service to the Next Level” (Por qué solo la colaboración puede llevar la movilidad como servicio a un nivel superior), Herrmann afirma que hacer realidad el concepto de MaaS requerirá “esfuerzos prolongados por parte de todos los interesados [del sector del transporte] para convencer a los consumidores”.
También requerirá mayor agilidad y un “impulso estratégico” de los principales participantes del sector, incluidos los operadores ferroviarios. Esto es, en parte, un llamamiento a una mayor inversión en tecnología. El instituto señala que el software y el hardware obsoletos impiden a muchas empresas de ferrocarriles integrarse en las plataformas MaaS.
En resumen, para ocupar su lugar en el futuro conectado del transporte, los sistemas ferroviarios deberán digitalizarse. Es un paso necesario para posibilitar una transición fluida en las soluciones de transporte multimodales. Además, puede servir de ayuda en el proceso de diseño y planificación para mejora y ampliación de las redes ferroviarias a fin de satisfacer la demanda futura.
La pequeña tecnología que sí pudo
Al igual que el sector AEC más amplio, el de los ferrocarriles está adoptando más herramientas digitales para mejorar la gestión y ejecución de los proyectos. Los flujos de trabajo digitalizados y el modelado de información de la construcción (BIM) están posibilitando una mejor colaboración a lo largo del ciclo de vida de los grandes proyectos de infraestructuras en todo el mundo, desde la planificación y el diseño hasta la construcción y la explotación.
Se puede apreciar el impacto positivo del diseño digital en el proyecto Hensetting–Østfoldbanen de Bane NOR, la agencia estatal noruega encargada de mantener, operar y desarrollar la red ferroviaria del país. Este proyecto multimillonario de ampliación en Oslo se ha gestionado con ayuda de mapas en 3D muy detallados del recorrido de 2,2 km que tendrán las nuevas vías.
Con un margen de tolerancia de 20 cm, los mapas incluyen datos sobre 35 000 árboles, un tema de discusión crucial para los residentes que viven en las proximidades de la obra. Los mapas simplifican, además, el proceso de cartografiar un itinerario de construcción por etapas a través del territorio con mayor densidad de población de Noruega.
La empresa de ingeniería Ramboll, líder del proyecto, atribuye a estos mapas digitales, creados mediante una combinación de datos procedentes de un sistema de información geográfica (SIG) y datos BIM, la capacidad de mejorar la comunicación con clientes y socios, puesto que todas las partes interesadas pueden tomar decisiones basadas en una misma fuente de información.
Una de las principales partes interesadas en cualquier mejora de la red ferroviaria es el público en general, sobre todo las personas que se ven afectadas por la ampliación de las rutas. En otro de sus proyectos de ampliación, Bane NOR está utilizando el diseño inmersivo y la realidad virtual para ganar aceptación y tranquilizar a los residentes locales.
“Hemos montado una sala de exposición en la ciudad, donde el público puede venir a ver el proyecto en imágenes, y la respuesta ha sido muy buena”, señala Hans Petter Sjøen, coordinador de Gestión de Instalaciones de Bane NOR. “La gente ha reaccionado bien. Nos comentan que han visto dimensiones en la gran pantalla que no podían ver en persona”.
¿Es esta una instantánea de lo que depara el futuro al ferrocarril? Desde el BIM hasta los smartphones y las redes 5G, las tecnologías necesarias para unificar una infraestructura digital sostenible ya están aquí. El mundo está deseoso de mejores trenes y mejor transporte en general. Depende del sector encontrar una estrategia compartida para hacerlo realidad.