Decisiones basadas en datos: ventajas en fabricación y AEC
- La efectividad con la que las empresas puedan aplicar datos a los desafíos de su actividad en la vida real determinará el éxito (o el fracaso) de sus iniciativas de transformación digital.
- Para volver a la acción con éxito tras el COVID-19, es preciso que los líderes encuentren el modo de convertir la información en valor empresarial.
- Expertos de Airbus, Setec e IDC explican por qué el uso de datos puede brindar mejores resultados empresariales.
¿Cuánto vale un dato? Por sí solo, no mucho. Para que la información genere valor, primero hay que organizarla, combinarla y ponerla en práctica. Sin embargo, parece mentira lo escasas que son, aún hoy, las organizaciones que están transformando datos en activos empresariales tangibles.
A raíz del estudio Global DataSphere de IDC, los analistas han descubierto que menos del 3 % de los datos generados actualmente se aprovechan para tomar decisiones empresariales. Y sin embargo, a medida que los modelos de negocio basados en datos se conviertan en la norma, será imprescindible que las empresas aprovechen toda la información a su disposición para recuperarse tras el paso del COVID-19.
En un mundo marcado por la pandemia, las turbulencias geopolíticas y trastornos, al parecer, infinitos, IDC cree que la próxima recuperación de las empresas tendrá “forma de K”. En la sección ascendente de la división, estarán las compañías que aceleren su crecimiento y sienten la base de sus éxitos futuros, mientras que en la sección descendente, las empresas se quedarán rezagadas, con poca opción más allá de luchar por su supervivencia.
El camino que tome cada empresa dependerá de cuánto valor pueda extraer de sus datos e inversiones digitales.
Arquitectura, ingeniería, construcción y fabricación, en el punto de mira
Desde la monitorización de la cadena logística en tiempo real hasta el mantenimiento predictivo mediante gemelos digitales, el impacto de la inteligencia artificial (IA) y el análisis de datos en los sectores de la fabricación y de la arquitectura, ingeniería y construcción (AEC, por sus siglas en inglés) está siendo notable. Según el estudio de IDC:
- A nivel mundial, el 42 % de las empresas ha incrementado sus presupuestos destinados a IA y aprendizaje automático en los últimos dos años.
- Para finales de este año, una cuarta parte de las empresas de la lista Forbes Global 2000 habrá implementado tecnologías empresariales para la visualización y manipulación de datos, lo cual derivará en mayor colaboración y productividad.
Es deber de las juntas directivas asegurarse de que las estrategias digitales y empresariales vayan de la mano. Los ejecutivos de alto nivel tienen la responsabilidad de promover una cultura que fomente la toma de decisiones basadas en datos en todos los niveles de la organización.
Según IDC, esa es la única manera de obtener un rendimiento aceptable de la inversión digital (ROD, por sus siglas en inglés). Los datos han de entenderse como lo que son: una mina de oro de información útil para que las empresas remonten y prosperen.
Giulia Carosella, jefa de prácticas de transformación digital para Europa de IDC y principal analista del estudio, afirma que la suma de datos que se generen en los próximos tres años “será mayor que la de los datos generados en los 30 años anteriores”. Se trata de una cantidad colosal de materia prima, pero sigue siendo un reto utilizarla para generar conocimientos. Carosella añade: “Ya ha quedado claro que los datos son el nuevo oro. La pregunta es si las compañías conseguirán explotar esa mina”.
Una de las empresas que han descubierto la fórmula para fusionar información y valor empresarial es Yamato Scientific, una compañía que opera en la intersección del sector AEC y la fabricación. “Se embarcaron en la tarea de unificar los datos procedentes de diversos sistemas de diseño y fabricación con el fin de mejorar sus ingresos —explica Carosella—. Así, la compañía pudo optimizar los flujos de trabajo y ganar más licitaciones; entre ellas, un contrato para uno de los mayores laboratorios de desarrollo farmacéutico de Japón”.
El uso de datos en el desarrollo de productos
Otra de las compañías que conocen bien las bondades de los datos en la toma de decisiones empresariales clave es Airbus. La compañía aeronáutica y espacial, la más grande de Europa, aplica datos de forma extensiva para dar forma al desarrollo de productos en el área de cabinas. Para ello han creado tres equipos dedicados expresamente al análisis de datos, cada uno de los cuales se centra en extraer diferentes tipos de información. Su misión es servir de guías para el diseño de las cabinas de Airbus del futuro.
“Uno de los equipos está analizando datos en busca de tendencias a largo plazo, cosa que nos permitirá entender mejor los catalizadores que darán forma a las cabinas del futuro —explica Stefan List, jefe de perspectivas del mercado de cabinas de Airbus—. El segundo equipo se ocupa del análisis de mercado y gestiona los datos comerciales y los obtenidos a partir de encuestas. El tercer equipo se dedica a la experiencia del cliente. Antes de implementar un cambio o una nueva característica en nuestras cabinas, invitamos a algunos clientes a que prueben los nuevos conceptos, recabamos sus opiniones y calibramos su reacción”.
Las complejidades de introducir cambios en la configuración de las cabinas pueden resultar abrumadoras. Por poner un ejemplo: si se plantea un nuevo diseño para los compartimentos superiores, han de tenerse en cuenta las restricciones de más de 125 aerolíneas en cuestión de equipaje a bordo. La última vez que se introdujo un cambio de estas características, List y su equipo completaron evaluaciones en nueve aeropuertos de gran tránsito y midieron más de 3300 piezas de equipaje. Después entrevistaron a casi 2800 pasajeros de todo el mundo para obtener una panorámica detallada del tipo de objetos con los que viajan a bordo.
List asegura: “Es solo una de las numerosas decisiones basadas en datos que tomamos en el diseño de nuestros productos. Aprovechamos los datos para adelantarnos a los cambios que se den de aquí a los próximos 20 años. ¿Cómo cambiará la experiencia del pasajero? ¿Cómo cambiarán las operaciones de la tripulación? ¿Cómo equiparemos las cabinas para permitir una experiencia de viaje que sea rentable para la aerolínea, posible de manejar para las tripulaciones y cómoda para los pasajeros?”.
Forjando relaciones más ventajosas
Además, la recopilación y el análisis de datos están permitiendo que las empresas del sector AEC sigan el ritmo a la creciente demanda de planificar todo el ciclo de vida útil de un edificio.
David Thomas, director tecnológico de Setec, una empresa francesa de ingeniería y construcción, afirma que los datos han estado alterando los métodos de trabajo continuamente desde los albores del modelado de información de construcción (BIM).
“En Setec hemos sido de los primeros en creer firmemente en la posibilidades de los datos y la informatización —declara Thomas—. Comenzamos en los 90 con [Autodesk] AutoCAD y los primeros pasos del modelado 3D, lo que fue todo un adelanto”.
Según Thomas, hoy día el modelado 3D ha crecido en sofisticación y valor: los gemelos digitales son ya una práctica asentada, un avance en perfecta sintonía con la evolución de los requisitos de los clientes: “Hemos completado la primera fase de nuestra hoja de ruta digital; es decir, fomentar la adopción de herramientas BIM líderes en el mercado. Hace 20 años, AutoCAD era una proyección idéntica de lo que hacíamos en el tablero de dibujo, así que lo adoptamos rápidamente. A medida que BIM se vuelve más sofisticado, se tarda más en incorporarlo”.
Y añade: “Ahora estamos pasando a una fase en la que los modelos 3D pueden integrarse con otros tipos de datos y ayudar a los ingenieros a trabajar mejor. La tercera fase consistirá en aplicar inteligencia artificial y vender nuevos servicios de datos a nuestros clientes”.
Dos sectores en reinicio
En su evaluación de los dos sectores, Carosella de IDC indica que tanto el sector AEC como el de la fabricación se hallan en pleno reinicio. Su equipo halló que, de media, el 37 % de las empresas se encuentra en los estados más avanzados de la madurez digital. En 2019 constituían el 31 %. Esta aceleración es resultado de las exigencias impuestas a las empresas por la pandemia, como el cambio al trabajo remoto, pero más importante ha sido la necesidad de encontrar nuevas formas de entender lo que busca el cliente y adelantarse a la competencia.
“Desde la gestión remota de servicios de campo hasta el mantenimiento aumentado y predictivo de los activos, pasando por los gemelos digitales, las inversiones digitales se han convertido en una fuente vital de ventaja competitiva para las empresas. Y esta tendencia seguirá creciendo a cotas de dos dígitos al menos hasta 2024”, declara.