De acuerdo con McKinsey & Company, “La industria de la construcción está preparada para sufrir unos cambios importantes”, y yo estoy totalmente de acuerdo. Lo primero y más importante: la construcción es una industria masiva. Representa el 6% del producto interior bruto (PIB) mundial y da empleo a 200 millones de personas. En España, es actualmente el 5,2%, mientras que en América Latina es el 2,8%.
Su desafío mayor es que la población mundial está creciendo y trasladándose a las ciudades. Hoy en día, tres mil quinientos millones de personas viven en ciudades y antes de 2050, en tan solo 30 años a partir de ahora, las ciudades tendrán que acomodar a otros dos mil quinientos millones. Para hacer frente a esa necesidad habría que construir casi 1,000 edificios cada día durante los próximos 30 años.
Por desgracia, la construcción es una de las industrias peor preparadas para afrontar este reto. El motivo de ello es que prácticamente no se ha digitalizado: el informe McKinsey la sitúa solo ligeramente por delante de la agricultura y la caza, ya que solo un 1,2% de sus ingresos se dedica a mejorar la tecnología.
Algunos gobiernos están exigiendo el BIM para agilizar y modernizar los procesos de la construcción. Por ejemplo, a partir de 2016, el BIM de nivel 2 es obligatorio para todos los proyectos públicos en el Reino Unido. Los arquitectos, ingenieros y contratistas profesionales, sin embargo, no se han quedado esperando a que aparezcan unas normas para adoptar el BIM. En España esta metodología será obligatoria a partir de diciembre de 2018 mientras que en América Latina el uso del BIM ha recaído principalmente en la iniciativa privada con la excepción de Chile, que desea incorporar como requisito obligatorio la metodología BIM en todas las licitaciones públicas de construcción para el 2010.
Eso es porque la productividad de la construcción tiene una necesidad apremiante de mejora. El año pasado, McKinsey & Company informó de que los grandes proyectos de construcción de infraestructuras “se demoran normalmente un 20% más de tiempo con respecto al que se había programado y pueden exceder hasta en un 80% la cantidad presupuestada”.
Dos temas están surgiendo: primero, el BIM va a seguir normalizándose. Y segundo, muchos líderes de la industria que están actualmente a la cabeza de la curva de la tecnología seguirán esforzándose por permanecer en primer lugar. Si nos fijamos en EE.UU., vemos que incluso en este país, donde no ha habido una orden gubernamental, los contratistas están realizando inversiones significativas en el BIM. De acuerdo con un informe de SmartMarket de 2014 sobre el BIM en la construcción, los contratistas afirmaban que esperaban aumentar el volumen de trabajo relacionado con el BIM en un 50% en dos años.