Las carreteras de plástico reciclado son la vía hacía la sostenibilidad
Rara vez se pueden resolver dos problemas graves gracias a una solución única. Sin embargo, eso es precisamente lo que está haciendo la empresa emergente neerlandesa PlasticRoad. Para abordar tanto la contaminación por plástico como el cambio climático, la empresa ha empezado a producir la próxima generación de infraestructura sostenible: carreteras hechas de plástico reciclado.
Los Países Bajos tienen problemas de agua. Desde hace años ha ido aumentando el nivel del mar a una velocidad que la infraestructura del país es incapaz de soportar. En la actualidad, casi la mitad de la superficie total del país está al nivel del mar o incluso por debajo. Lo que es aún más alarmante es que una tercera parte del país está por debajo del nivel del mar. La calles suelen pavimentarse cada 40 años. No obstante, en los Países Bajos, por el suelo acuoso, es necesario renovar las carreteras cada 20 años a lo mucho.
Además, la mayoría de las casas neerlandesas están construidas sobre pilotes de madera, que son de poca ayuda cuando el cambio climático causa que el nivel de las aguas subterráneas aumente año con año conforme las lluvias se vuelven más torrenciales y caen en chubascos esporádicos. La infraestructura actual y sus sistemas de drenaje tradicionales no pueden lidiar con semejante cantidad de agua, lo que resulta en inundaciones y hundimientos graves. No solo es un problema que afecte a los Países Bajos, las inundaciones más frecuentes están poniendo a prueba la capacidad local a escala mundial.
Carreteras de plástico para un futuro sin inundaciones
“Necesitamos reinventar las carreteras para enfrentarnos a estos desafíos”, explica Anne Koudstall, fundador y director de producto de PlasticRoad, un proyecto de empresa emergente del grupo de construcción neerlandés VolkerWessels. Koudstaal y su equipo crearon PlasticRoad, carretera prefabricada del mismo nombre hecha de materiales reciclados. Es hueca para evitar inundaciones al permitir el almacenaje temporal del agua de lluvia. Después se canaliza por medio de un aliviadero que lleva a un desagüe para conseguir un drenaje lento y controlado bajo la superficie de la carretera. Estoy ayuda a compensar los periodos de sequía.
Pero la gestión del agua pluvial solo es una de las múltiples ventajas de PlasticRoad. También es cuatro veces más ligero y la construcción con este material es 70 % más rápida. Además, dura tres veces más y produce 72 % menos de emisiones de dióxido de carbono que las carreteras convencionales. Dos proyectos piloto, un par de ciclovías de unos 30 metros construidas en las ciudades holandesas de Zwolle y Giethoorn, demuestran los beneficios de esta maravilla de sostenibilidad. Cada vía contiene unos 1000 kilogramos de plástico reciclado, el equivalente a 218 000 vasos de plástico.
Los materiales reciclados de la carretera, el diseño prefabricado, el bajo peso y la construcción modular ayudan a ahorrar una gran cantidad de materiales y mano de obra. Además, la carretera no necesita excavaciones intensivas ni cimientos pesados o losas de hormigón y capas de asfalto dañinas para el medio ambiente, así como tampoco sistemas de drenaje. El ensamblaje es como un LEGO: en unos cuantos clics está todo listo.
“La estructura minimalista de la carretera también simplifica las tareas de mantenimiento, como la renovación de los cimientos y la sustitución de las tuberías, ya que las piezas prefabricadas hacen que sea más fácil acceder a la carretera”, explica Koudstaal. Las pruebas demuestran que las carretas de plástico de la empresa pueden aguantar temperaturas extremas (de menos 40 a más de 80 grados centígrados). Una mejor opción que las carreteras de asfalto tradicionales.
Originalmente, VolkerWessels llevaba el proyecto PlasticRoad. Los encargados del proyecto eran Anne Koudstaal y el cofundador Simon Jorritsma (empleados de VolkerWessels en aquel momento). Lo gestionaba KWS, líder del mercado neerlandés en construcción de carreteras y división de VolkerWessels. Como KWS no podía producir los materiales por sí misma, contrató al fabricante de tuberías y drenajes de plástico Wavin. Juntos implementaron la idea en menos de dos años. Dada la naturaleza visionaria de la creación de una carretera con plástico reciclado, el proyecto se convirtió en la empresa emergente llamada PlasticRoad con el apoyo continuo de sus patrocinadores VolkerWessels y Wavin.
“Ser parte de este desarrollo entra en la estrategia de Wavin de brindar soluciones innovadoras basadas en plástico para la industria de la construcción”, comenta Jan-Willem Viets, director a nivel nacional de Wavin en Países Bajos y Bélgica. “Es una oportunidad maravillosa de desarrollar una nueva forma de construir carreteras con otros líderes del mercado”. Rolf Mars, director de KWS, cree en la idea de PlasticRoad porque el “plástico ofrece muchas ventajas comparado con otros métodos de diseño de carreteras, tanto en términos de construcción como en términos de mantenimiento”.
Una economía totalmente circular, de cero emisiones
Ahora hay sensores que optimizan las carreteras piloto en Zwolle y Giethoorn. Recopilan datos como la temperatura de su superficie, el nivel de agua en la carretera y la carga que soporta. “Gracias a los datos construimos carreteras dos veces más robustas que los proyectos piloto”, comenta Koudstaal. “Para que puedan aguantar no solo bicicletas, sino coches también”.
PlasticRoad está lista para proyectos más ambiciosos y se está preparando para la producción industrial. La empresa ya empezó a hablar con las autoridades locales para construir ciclovías, calles residenciales, estacionamientos, patios escolares y andenes de trenes. La meta final de PlasticRoad es eliminar los desechos plásticos, lo que marcaría el fin de la capacidad de la empresa de producir piezas de plástico para las carreteras. “Sería una misión cumplida”, explica Koudstaal. “La carretera en sí puede reciclarse hasta siete veces, así que tenemos una economía circular que aportará sostenibilidad a las ciudades del mañana”.