En SPIE Belgium, la prefabricación conquista las redes de fluidos

La prefabricación no se limita a las estructuras de madera. En la actualidad, los elementos que componen las salas de calderas y máquinas de calefacción, ventilación y climatización pueden –incluso cuando son muy complejos– prefabricarse antes de ser instalados directamente en la obra de construcción. Como una bombilla que en cuanto se instala se enciende, SPIE Belgium usa plug & play.
Entre los logros estrella de la empresa destaca el trabajo de construcción de la nueva Casa portuaria de Amberes, el segundo puerto de Europa después de Rotterdam. Dominando las esclusas de Berendrecht, Zandvilet y Deurganckdok, que son las más grandes del mundo, este edificio diseñado por Zaha Hadid acoge las oficinas de 500 empleados que se encargan del buen funcionamiento del puerto. Como un gran buque en dique seco, el edificio se levanta sobre un mástil de hormigón, a caballo sobre la vieja estación de bomberos construida a principios del siglo XX. Por su forma y brillo, parece como si este edificio que se extiende sobre más de 6,200 m2 y que cuenta con cuatro niveles detrás de la fachada de cristal facetado, cortara delicadamente el horizonte, como las piedras preciosas que transitan por la capital mundial de los diamantes.

20 km de tuberías y de acero
Así, a 46 metros por encima del nivel del mar, en la subestructura de este buque de 111 metros de largo por 24 metros de ancho, están instaladas las salas de calderas y máquinas por donde pasan unos 20 kilómetros de tuberías de acero que forman la red de calefacción y ventilación de las oficinas. Estas salas de calderas y máquinas fueron totalmente concebidas dentro del taller belga de SPIE. “El trabajo se lleva a cabo sin importar cómo vaya avanzando la obra de construcción. Aquí se construyen todas las redes. Gracias a BIM, sabemos exactamente cuánto lugar tenemos a nuestra disposición para cada pieza, explica Senne Mentens, director comercial de SPIE Belgium. Nuestro proceso industrial nos permite dividir por 10 las horas de trabajo en la obra”, explica con una sonrisa.
El trabajo dentro del taller no depende de las inclemencias del clima, las condiciones higrométricas son estables y no se trabaja en las alturas. De este modo, las condiciones de trabajo son mucho más seguras que en la obra de construcción. “Los trabajadores, el cliente…. Todos salen ganando a su manera”, argumenta Senne Mentens.

Un juego de mecano
Desde el punto de vista industrial, todas las salas de calderas y máquinas se ensamblan por primera vez, en su totalidad, dentro de un taller de 20,000 m2 en la comuna belga de Geel, entre Lieja y Amberes. Gracias al trabajo hecho en BIM, los trabajadores de la construcción ponen sus marcas azules numeradas antes de desarmar parcialmente la construcción para poder transportarla hasta la obra en bloques grandes con camiones remolque. Ahí las grúas llevan las partes más pequeñas hasta el último piso donde puede empezar un rápido juego de mecano. “Velamos por no tener nada (o casi nada) que cortar. Privilegiando el desmonte, aceleramos el proceso de recomposición. Es mucho más cómodo y rápido llevar tornillos al último piso que ponerse a soldar allá arriba”, explica Senne Mentens.
En el caso de la obra de la Casa portuaria de Amberes, decenas de camiones con todas las partes prefabricadas llegaron así a la obra de construcción, donde los trabajadores de SPIE las ensamblaron rápidamente. “En la mayoría de los casos, instalamos nuestras salas de calderas y máquinas antes de que pongan las particiones, que por lo mismo se instalan después de nuestra llegada. En ese sentido, la coordinación que brinda BIM es muy valiosa”, explica la empresa.
Ganancias de productividad desde el cuarto proyecto
En cuanto a la relación con el cliente, la oportunidad de prefabricar los elementos en el taller permite un mejor diálogo entre el jefe de la obra y su subcontratista, ya que, en la obra, con el ruido y el estrés puede ser difícil encontrar un espacio para dialogar y aceptar modificaciones. Por medio de este proceso industrial, el cliente puede ir al taller, y en un entorno tranquilo, hacerse una visión de conjunto y hablar con el equipo en caso de que, por ejemplo, haya válvulas posicionadas demasiado alto, demasiado bajo o en un lugar poco accesible. “Dado que el tiempo de ejecución está comprimido para mayor comodidad de todos, acabamos ganando tiempo, ya que escuchamos e intercambiamos opiniones”, añade Senne Mentens.

Aunque parezca muy innovador, este proceso de prefabricación existe desde hace 20 años en SPIE Belgium. “En el seno de la empresa nos hemos dado cuenta de que con el BIM hemos adquirido una mejor capacidad de respuesta, ya que todos entendemos las maquetas en 3D, algo que era mucho menos sencillo con los planos del pasado. La ganancia de productividad de los diseñadores se sintió desde el cuarto proyecto que realizamos con Revit“.
Al adentrarse en el ámbito de las redes de fluidos y de ventilación, la prefabricación tiene un futuro brillante ante sí. Además, con el apoyo de BIM, todos salen ganando cuando optan por la prefabricación: los clientes, los jefes de obra, los trabajadores…. ¡Lo que permite ampliar y mejorar la red de todos!