BAM Ireland abre la sesión con métodos de construcción ajustada en Cork
Al hablar de justicia, no hay espacio para la improvisación. Un juicio es un proceso estructurado, con alegatos de apertura y finales, testigos y pruebas, recursos y expedientes, todo ello con el fin de hacer avanzar los procedimientos de una manera rápida, eficiente y ecuánime. El dinero de los contribuyentes y la libertad de los acusados están en juego. Ningún dispendio es aceptable. Sin perjuicio de las apelaciones, la justicia debe hacer las cosas bien a la primera.
Si bien los contratistas generales tratan de alcanzar ese nivel de eficiencia, los lugares de obras raramente se asemejan a las salas de vistas. Según la firma de consultoría McKinsey, los proyectos de construcción promedio finalizan con un retraso de veinte meses y unos sobrecostes del 80% del presupuesto original.
Así, no es de extrañar que en el proyecto que nos ocupa en Irlanda se optase por métodos de construcción ajustada.
Cuando el Ministerio de Justicia e Igualdad de Irlanda eligió a la empresa de ingeniería y construcción BAM Ireland (filial del grupo de construcción holandés Royal BAM Group) para construir siete nuevos juzgados como parte del proyecto Courts Bundle PPP (una alianza público-privada), la firma abordó el proyecto de una manera procedimental. Igual que los jueces que ocuparían sus salas, estableció procesos y métodos de construcción sostenibles para guiar el proyecto hacia su conclusión, como los casos en los expedientes judiciales.
“El principio de ‘hacer bien las cosas a la primera’ es el pilar fundamental de a lo que aspiramos en BAM —señala Michael Murphy, director de operaciones técnicas de BAM Ireland—. Hacer bien las cosas a la primera es clave si queremos lograr el éxito financiero”.
Pero no es solo el control del presupuesto lo que se beneficia de una mentalidad de hacer bien las cosas a la primera, el planeta también. “Desde el punto de vista de las entregas, queríamos coordinar mejor la información que transmiten nuestros diseñadores y nuestra cadena de suministro para evitar conflictos y otros problemas en la obra —comenta Michael O’Brien, director de construcción digital de BAM Ireland—. Uno de los resultados de este nuevo enfoque giraba en torno a la sostenibilidad”.
Trabajando marcha atrás para avanzar
El Palacio de Justicia de Cork, parte de un proyecto de 154,5 millones de euros para el diseño, la construcción, la financiación y el mantenimiento durante un plazo de 25 años de siete juzgados federales, se completó en mayo de 2018. El proyecto incluía la remodelación y ampliación de un histórico edificio de juzgados para albergar seis salas de vistas, centros de detención más modernos, las oficinas de los juzgados y una oficina regional del Ministerio de Justicia.
En proyectos de esta envergadura, los conflictos en el diseño (como una tubería de agua que atraviese un conducto del sistema de climatización o una viga de hormigón) son un problema costoso y, aun así, frecuente. Como observa O’Brien, era fundamental evitarlos en el proyecto del Palacio de Justicia. BAM Ireland se enfrentaba a unos plazos muy estrictos, impuestos por el Ministerio de Justicia, que había programado audiencias inmediatamente después de la fecha de entrega prevista, por lo que incluso los retrasos más pequeños acarreaban costosas indemnizaciones.
Para finalizar el proyecto a tiempo —y sin defectos ni penalizaciones—, BAM Ireland se apoyó en principios de construcción ajustada, que ponen el acento en la colaboración. En los proyectos de construcción tradicionales, una sola persona o un pequeño equipo marca el programa del resto de los participantes, en lo que se conoce en la industria como una estrategia push. Por el contrario, en este caso, BAM Ireland optó por un proceso de planificación colaborativo, o pull, con el contratista general, el equipo de diseño y los subcontratistas. Esto suponía la participación de todas las disciplinas en una reunión de planificación, en la que trabajaban en retrospectiva desde la fecha de entrega del proyecto hasta su fecha inicial, coordinando las distintas actividades para anticipar posibles problemas y resolverlos.
“Necesitábamos asegurarnos de que no hubiera obstáculos en el camino”, sostiene O’Brien. El contratista general utilizó BIM 360 Plan de Autodesk para crear una sola vista compartida de todas las actividades de construcción, dependencias, plazos y cuestiones, adscribiendo responsabilidades tanto a los diseñadores que trabajaban en la concepción del proyecto como a los distintos oficios encargados de su ejecución. Esto se tradujo en una mayor transparencia, precisión y eficiencia, y en un menor número de cambios, con lo que se consiguió mantener los retrasos a raya.
De la construcción ajustada a la construcción ecológica
Una comunicación eficaz guio hacia una construcción eficiente. O’Brien afirma que este proceso de planificación colaborativo de BAM Ireland (junto con la planificación de la producción y la gestión de la cadena de suministro) permitió sacar partido de una estrategia de entrega de materiales y ensamblajes “justo a tiempo”, o JIT, con lo que se redujo la cantidad de desechos, ya que los suministros, al no estar en la obra, no podían dañarse.
El modelado digital también contribuyó a hacer el proyecto más sostenible. Las mismas herramientas que proporcionaban una vista compartida de los planos y actividades de construcción (el software Revit, Navisworks Manage y BIM 360) ayudaron al equipo a encargar, inventariar y llevar un control de las cantidades justas de materiales, sin desperdicio excesivo. Además, todos redujeron el consumo de papel.
“Antes teníamos un sistema en papel para la documentación de construcción —comenta Simon Tritschler, especialista en desarrollo técnico en BAM Ireland, quien añade que los proyectos de la firma en los que se utiliza BIM (modelado de información) son ahora digitales en un 95%—. En lugar de tener una sala llena de estanterías con papeles, ahora solo tenemos un par de carpetas de documentación que, por ley, debemos conservar en papel. Además, tenemos un control mucho mayor de la información. Estamos protegiendo el medioambiente. Estamos ahorrando en espacio de almacenamiento. Y estamos ahorrando tiempo y dinero al acceder a los datos, así como al gestionarlos y al transferirlos”.
Un futuro de construcción ajustada
La forma en que la construcción digital y ajustada ha promovido la sostenibilidad en el proyecto del Palacio de Justicia de Cork es innegable, aunque los cambios no sean del todo evidentes. Más evidente fue la forma en la que se estructuró el complejo terminado para promover un futuro más sostenible.
Puesto que BAM Ireland tiene un contrato de 25 años de duración para el mantenimiento de los juzgados, tenía un interés particular en crear un edificio que funcionase también de manera sostenible, sostiene O’Brien. Además, añade que el equipo de gestión de las instalaciones heredó el modelo digital del equipo de construcción, y que lo utilizará para identificar necesidades de mantenimiento preventivo, a fin de garantizar que los sistemas funcionen de forma eficiente y que alcancen su máxima vida útil.
“BIM 360 Glue nos permitió comprobar que lo que realmente se instaló en la obra estaba representado en nuestro modelo 3D, que cargamos en BIM 360 Field y transferimos a BIM 360 Ops para dar al equipo de gestión de las instalaciones una plena trazabilidad y el historial de los distintos objetos, ya se tratase de un lavabo o de un radiador —señala O’Brien—. En el caso de una caldera y un sistema de bombeo, por ejemplo, todas las fichas técnicas correspondientes a ese equipo están vinculadas a códigos QR, y se puede acceder a ellas con un dispositivo móvil. Si el responsable de las instalaciones quiere hacer un mantenimiento programado de ese equipo, solo tiene que escanear el código QR y toda la información aparecerá en el plano digital”.
Durante la construcción y la explotación, la clave está en hacer bien las cosas a la primera. “Construir lleva mucho tiempo y cuesta mucho dinero —comenta O’Brien—. El modelado 3D permite reducir el tiempo, la energía y el coste”.