Auriculares reciclados de una start-up que mejoran la sostenibilidad con impresión 3D
- Ante la tendencia global para reducir los desechos electrónicos y la polución por plásticos, vemos que el aumento en la demanda y las complejas cadenas logísticas globales, así como los enfoques tradicionales de fabricación, hacen que las mejoras sean difíciles.
- La empresa emergente londinense Batch.Works emplea diseño digital e impresión 3D para crear productos de consumo sostenibles, entre los que se encuentra el uso de diseño innovador para auriculares infantiles.
- El empleo de los principios de la economía circular, la gestión justo a tiempo y las herramientas de diseño digital permiten mejorar la eficiencia y la colaboración mientras se reducen los desechos.
¿Puede un diseño excelente salvar el planeta? La polución y los desperdicios surgen de decisiones creativas en el proceso de fabricación. Ya estemos hablando de computadores portátiles o viviendas, los diseñadores pueden establecer procesos que permitan preservar el planeta, o destruirlo lentamente. Con cada vez mayor frecuencia, las empresas generan menos residuos haciendo uso de un diseño bien pensado y de nuevas tecnologías.
La empresa de fabricación sostenible Batch.Works, con sede en Londres, forma parte de un movimiento cada vez mayor que pretende hacer uso de los principios de la economía circular para reducir los residuos en la fabricación de productos. Es una empresa emergente galardonada que emplea tecnología de impresión 3D y procesos digitales para fabricar productos de consumo sostenibles. Batch.Works aplica un modelo ágil para crear productos cada vez más sofisticados, incluida una línea especial de auriculares para niños.
El sonido de la circularidad
Si bien con la llegada de los teléfonos inteligentes los productos electrónicos de consumo se han convertido en una competitiva e innovadora categoría de productos, la aceleración de la rotación al renovar estos dispositivos ha generado un enorme aumento de residuos electrónicos. Cada año se generan y desechan 50 millones de toneladas métricas de equipos informáticos y sus correspondientes accesorios. Esto supone aproximadamente un promedio global de siete kilos de residuos electrónicos por persona al año.
“Hablamos con frecuencia de la circularidad y del cero neto. Lo cierto es que aun con productos fabricados con materiales altamente sostenibles, los envíos por todo el planeta hacen que su huella de carbono sea muy alta —comenta Julien Vaissieres, fundador y director ejecutivo de Batch.Works—. La pregunta que nos hacemos es cómo hacer uso de la tecnología para evitar ese problema”.
Precisamente este deseo de reducir la huella de carbono es una de las razones por las que Batch.Works ha creado estos auriculares de calidad superior para niños. Han sido diseñados empleando principios de economía circular con el fin de generar una producción sostenible en todo el ciclo de vida del artículo, un uso prolongado y una posible reutilización.
Bajo el nombre de Kibu, son unos auriculares desarrollados después de haber trabajado estrechamente con la consultora de diseño Morrama, situada en el este de Londres. Presentan colores muy vivos y se fabrican empleando piezas reciclables que los niños pueden ensamblar y adaptar en función de su preferencia.
Principalmente, cada Kibu se fabrica principalmente haciendo uso de un proceso de impresión 3D FFF (fabricación de filamentos fusionados). El material principal es PLA (ácido poliláctico), un plástico biodegradable que se suele emplear en dispositivos médicos. Ha surgido del sector del embalaje agrícola reciclado y está diseñado para que se disuelva en un periodo de seis a 12 meses. Según un informe de las Naciones Unidas, los envases de alimentos agrícolas supusieron 37,3 millones de toneladas en residuos plásticos mundiales en 2019. El material se recolecta en Países Bajos para ser transformado después en filamentos para FFF por Reflow, una empresa situada cerca de la planta de fabricación de Ámsterdam de Batch.Works.
Según Vaissieres: “Si observamos el gran uso de auriculares entre los jóvenes, constatamos que la oferta para niños es muy escasa. Cuando las marcas hablan de sostenibilidad aluden al embalaje y no al producto en sí”.
Otro factor que complica las cosas es que los niños crecen. Los padres les compran auriculares y tienen que tirarlos después de unos meses porque ya no les quedan bien. El diseño modular de Kibu permite ampliarlos o reconfigurarlos a medida que van haciéndose mayores.
“Para nosotros, estos auriculares han sido el producto perfecto para acceder por primera vez al mercado de los dispositivos electrónicos”, comenta Vaissieres.
Deshacerse de modelos antiguos
La creciente gama de productos electrónicos de consumo, muebles y artículos para el hogar de Batch.Works se fabrica con impresoras 3D que utilizan plástico reciclado. La empresa está generando su modelo de negocio en línea con sus principios circulares básicos, que son: fabricación alineada con la demanda para minimizar transporte y almacenamiento, cadenas logísticas cortas que se basen en la producción local, refabricación para reciclar o renovar sus productos usados, así como el empleo de materiales circulares 100 % reciclados que provengan de un origen verificable.
Una vez obtenido su título de arquitectura por la Universidad Libre de Bruselas (ULB) en 2016, Vaissieres empezó a experimentar con tecnología de impresión 3D: compró una unidad de impresión y trabajó en toda una gama de accesorios de escritorio. Este diseño suscitó interés en la empresa Paperchase, la mayor cadena británica minorista de artículos de papelería y escritorio. Comenta: “Querían desarrollar una nueva gama de productos sostenibles y mostraron interés por introducirlos el año siguiente. Tuve que descubrir rápidamente cómo producir y enviar productos a más de 160 tiendas”.
Vaissieres invirtió en más impresoras 3D y pudo lanzar con éxito la primera colección de la cadena de clips, portalápices y bolígrafos biodegradables impresos en 3D. Gracias a este éxito obtuvo un contrato con el sistema nacional británico de salud (NHS) durante el periodo de la COVID-19 para fabricar 10 000 viseras reutilizables de plástico reciclado para la entidad sanitaria Barts Health NHS Trust.
Batch.Works tuvo que convertirse rápidamente en un negocio maduro y adoptar una estructura empresarial flexible. En ocasiones es una empresa de diseño, en otras un fabricante y, a veces, es ambas cosas.
Colaborar en la nube
Batch.Works diseñó los auriculares Kibu con Autodesk Fusion. Vaissieres comenta que esto permitió que la empresa siguiera un proceso de diseño iterativo y colaborara de forma más eficaz con sus socios de diseño en Morrama. Comenta: “Como ambos usábamos Fusion, podíamos evaluar nuevas ideas rápidamente sin tener que crear prototipos fuera del software. Se trata de una ventaja clave de la plataforma, algo que valoramos mucho”.
Batch.Works opera ahora con la empresa austriaca de muebles Bene y ofrece producción alineada con la demanda para más de 3000 variaciones de productos. Se está también expandiendo con productos a mercados empresa a empresa (B2B), mediante la fabricación de carcasas de equipos de cámara para la tecnológica médica Proximie, así como accesorios para exhibir impresos en tienda en 3D para un gran minorista británico.
Si bien la sostenibilidad es la filosofía que guía la empresa, su modelo de negocio conjuga también enfoques de fabricación bien arraigados tales como el modelo de gestión justo a tiempo, cuya finalidad es ajustar la producción y los inventarios a mínimos. Vaissieres comenta que el enfoque digital-circular de Batch.Works aporta otras ventajas empresariales tradicionales, como ir más rápido al mercado y reducir los costos de fabricación gracias a la eliminación de la necesidad de reequipar las fábricas.
En caso de que el futuro de la fabricación dependa de generar circularidad en los modelos de negocio, empresas como Batch.Works suponen un ejemplo que permite estrechar la relación entre obtener ganancias y buscar una finalidad.